Después del partido hubo quejas. Pero no por el partido sino por lo que vivieron afuera hinchas, dirigentes y jugadores. Los hinchas, según le dijeron a Olé, porque los dejaron solos en medios de la torcida camino al estadio. Los jugadores, porque los que no jugaron fueron maltratados por la policía. Y los dirigentes, por la poca contención que tuvieron en el estadio.
"Fue todo una vergüenza. No se puede creer esto. Pasó de todo en esta cancha. Mandaron a toda la gente sin custodia a las plateas. A los jugadores les pegaron bastonazos, es una cosa increíble lo que pasó en esta cancha", dijo Julio Comparada, presidente de Independiente, quien se mostró muy confiado para la revancha "porque en casa nos hacemos fuerte, hemos pasado peores y la gente os va a acompañar". Y Martín Gómez, el delantero que no fue suplente por lesión, también se quejó del trato de la policía local, que se cruzó feo con los hinchas del Rojo que acompañaron al equipo. Después de esto, seguro que se viene una revancha hoy en Avellaneda.
Olé
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