"No lo puedo creer, es lo más importante que me pasó en mi carrera. Siempre lo veo a mi hermano, que se le abrió el arco. Esta vez me tocó a mí y gracias a dios le dimos una alegría a la gente". La voz es de quien fue el héroe de la noche con un testazo que dejó a Independiente en la Copa Sudamericana. Nico Martínez explotó de la emoción y se le vino su hermano a la cabeza.
Por otra parte, aseguró que el Rojo siempre fue más que Defensor Sporting: "La verdad que hicimos un gran partido. No merecíamos que nos hicieran dos goles, en todo momento jugamos mejor que ellos. Por suerte, justo en este momento se me abrió el arco y sirvió para clasificar".
Diario Olé
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