“Gallego es un mentiroso y eso no lo soporto”

Menotti le respondió al Tolo, “harto de estupideces”. Dijo que no lo echó de ningún lado, que es asesor y que si quiere su opinión, que lo llame.

Me duele la garganta, por eso no fui al predio. Pero mañana (por hoy) voy”, fue la respuesta de César Luis Menotti cuando se lo consultó sobre su llamativa ausencia en Domínico, justo cuando las acusaciones de Gallego ponían en llamas la cuna del Diablo y lo transformaban al manager en Lucifer. Quizá por eso bastó con mencionarle el tema “Tolo” para que al Flaco le empezara a subir temperatura y se le fuera la carraspera. Y, en diálogo telefónico con Olé , se descargó: “No eché a nadie de ningún lugar, ni de Independiente ni de River. Gallego es un mentiroso y eso no lo soporto”.

Y fueron esas dos cuestiones puntuales que menciona Menotti las que le dolieron en el alma: que Gallego dijera que fue él quien decidió su salida del Rojo y que, cuando el Flaco llegó a River como DT (1988), lo hizo abandonar el fútbol. “Como manager tengo que dar mi opinión y el que decide es el club; y no voy a comentar nada más. Si quiere saber qué pienso que me llame”, se excusó tajantemente.

Menotti quiso defenderse contra lo que consideró dos ofensas de parte del Tolo. “Es un disparate que digan que yo planteé ‘Gallego o yo’, y que se hable del partido de Argentinos... Yo cumplo mi función y estoy harto de las estupideces, es un tema del club. No conozco los contratos de nadie; si me consultan digo lo que pienso porque estoy para asesorar y después decide la Comisión Directiva”, plantó bandera sobre su trabajo como manager y siguió: “No lo eché porque no lo contraté. A él ya se le había vencido el contrato. A mí me pidieron mi opinión, la di y no la voy a comentar porque es un tema interno y eso es sagrado para mí, como tampoco dije lo que hablaba con los jugadores en el vestuario. Asesoro, después decide el club”.

Y luego fue el turno del pasado, otra llaga para el Flaco: “Lo que me molestó es que diga que lo eché de River. El estaba fuera de todo, casi retirado, no podía jugar más y lo sabe. Hasta le pedí ayuda a Passarella, que era su amigo y casualmente ya no, para convencer a Santilli (presidente Millo en esa época) para que le diera un lugar como técnico al lado de Cacho Rodríguez en Reserva. Así que no sólo lo hice debutar en la Selección, sino que conmigo hizo su primer paso como entrenador. Y me costó conseguirlo, eh. Recuerdo como si fuera hoy estar en el auto hasta las tres de la mañana esperando para hablar con Santilli”. Y no dijo más.

Maria Laura Balonga - Diario Olé