Abatido. Así quedó Daniel Garnero después del partido con Banfield. Ya su cara, mientras rodaba la pelotita en el Florencio Sola, hablaba por sí misma. Independiente volvió a caer y, esta vez, de manera escandalosa. Por eso, el técnico decidió irse sin hablar.
Nadie sabe si pegará el portazo, si habrá una salida. Lo concreto es que el Dany quiere enfriarse y, ahí sí, contar su versión. Además, habría una reunión con los dirigentes en las próximas horas...
Diario Olé
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