Julio Comparada se dio la cara contra el piso en su intento de gestión a la europea y, aún aturdido, entendió que lo mejor era retroceder, asumir otro error, correr al manager junto con el técnico y emprender el único viaje que lo puede devolver a la realidad que nunca debió haber abandonado. Y sin temor a la autocrítica, el presidente de Independiente se dio cuenta de lo obvio y se dispuso a descubrir Américo. Otra vez. Como 17 meses atrás, cuando el club estaba en otro colapso tras el fracaso de Pepé Santoro y debió recurrir al único tipo que, hoy, tiene espaldas XXL en Independiente. Es el Tolo Gallego el plan A que tienen los dirigentes en un escenario lo suficientemente complejo como para que deba dar marcha atrás a la riesgosa decisión que ellos mismos, aconsejados por César Menotti, tomaron cuatro meses atrás. No hay temor al ridículo ni a las muestras de debilidad; sólo se le teme a un posible desplante del técnico que quiere la gente. Así, salvo que se descuelgue con una desmedida pretensión económica, el Tolo tendrá su rentreé por el enorme portón de quien se sabe indispensable, con mucho más poder, y dejará atrás aquella salida por la puerta de servicio cuando debió irse, en mayo. Es el mandato popular y la solución que ven en el club para levantar a un equipo que, hasta aquí, tuvo el vuelo de una babosa.
En condiciones normales, ni Independiente hubiese vuelto a pensar en Gallego ni el Tolo hubiera avisado su disponibilidad para regresar, como lo deslizó a través de sus satélites. Pero Independiente está lejos de la normalidad, sin triunfos y último en el Apertura, con el aliciente de defender el prestigio internacional en la Copa Sudamericana pero sin hacer locuras, ya que de reojo debe empezar a mirar otra vez los promedios. Con todo eso, ayer por la mañana se lo invitó a Daniel Garnero a dejar el cargo, se aceptó la retirada de Menotti y se fertilizó el terreno para el retorno de Américo, por la necesidad de un nuevo técnico y por el adiós de la traba que representaba el Flaco, con quien el Tolo tuvo un fuerte cruce mediático.
Por eso, el escenario cambió. “Mi salida dependió de Menotti”, había dicho un mes atrás Gallego, en la misma entrevista que anticipó: “En menos de un año y medio vuelvo a Independiente porque lo adoro”. Todo se aceleró. Por ello, pasado el mediodía de ayer la CD facultó a Comparada para que lo busque. Hay dos alternativas, José Pekerman y Nery Pumpido, por si falla Américo. Pero el presidente fue claro ante Olé : “Puede haber otro técnico, pero la prioridad es avanzar con el Tolo”. Fue lo que acordó con sus pares dirigenciales (abrió el juego) y lo que le bendijeron los referentes del plantel, con los que Comparada también dialogó ayer.
La reunión se realizará hoy, probablemente al mediodía, entre dos tipos que llegarán con el terreno estudiado. De hecho, JC habló ayer con Luis Islas (quien seguirá como ayudante del Tolo y estará cerca del Selectivo que era de Cayetano Rodríguez) para tener información de lo que quiere el técnico y “para no chocar de frente”, como definió alguien que conoce bien a ambos. Es más: en el club cuentan con que el DT mantenga los términos de la renovación que habían arreglado de palabra el semestre pasado, antes de que se le diera más poder a Menotti y de que el Flaco aconsejara discontinuar a su ex discípulo. Además, el Tolo sabe que el regreso es una forma de cobrar buena parte del contrato anterior, que el club le adeuda, tal como sucedió en su anterior retorno, en 2009, cuando recién pudo hacerse de un dinero que Independiente le debía de su primera gestión.
Comparada quiere tenerlo el viernes en el banco, para atenuar los efectos de la crisis en el partido de local ante Gimnasia. En el entorno de Gallego dijeron que Independiente “es siempre un desafío, aun así”, que “le duele que el equipo esté tan bajo” y que “vio mucho fútbol” en estos cuatro meses, en los que nunca interrumpió las caminatas matinales de entre diez y doce kilómetros diarios con Islas en los Bosques de Palermo o en San Isidro. Resta saber qué pedirá en este proyecto, su proyecto. Y eso será lo que Julio Comparada sabrá cuando se proponga redescubrir Américo.
Diario Olé
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