El plantel, el cuerpo técnico y los directivos somos conscientes de la situación. Nos duele en el alma, sí. Y esta fecha es importante para poder encontrar el equipo y el funcionamiento, y empezar a ganar”. Leandro Gracián da la clave de lo que le hace falta a Independiente, y lo que va a buscar a Rosario con una filosofía menottista: primero una identidad de juego y, desde ahí, resultados. En ese orden, porque la premisa para dar el salto es que hay que empezar por el principio. Claro que fue el propio Garnero, el que está con el agua al cuello, quien ató su permanencia a los resultados. Pero el Tano, que vuelve al equipo, amplía: “No tenemos margen. No nos gusta estar últimos. Vamos a salir, pero no hay que volverse loco. Primero está Newell’s, luego la Copa, Quilmes... Debemos volver a las bases y arrancar”.
Y en ese arranque del que habla Gracián es crucial mostrar algún signo de mejoría. “Debemos consolidarnos como equipo. En el torneo pasado a veces no jugábamos bien pero sabíamos a qué jugábamos. Y los resultados ayudaban. Hay que volver a encontrarse con una identidad. Después, podés ganar o perder”, explicó.
Es que la creencia en del entorno del Rojo es que con ese simple pasito llegará algo de paz para que Garnero pueda preparar el duelo de la Sudamerica con más aire. “Ojalá podamos ayudar a que el cuerpo técnico esté bien y trabaje con tranquilidad. Entramos a la cancha dando la cara por él, por nosotros. Se ganó un prestigio el último año y cuando se retrocede, pierde el técnico pero nosotros somos responsables también”, cerró.
Diario Olé
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